UPN y la nostalgia por el paraíso perdido

De un tiempo a esta parte, el Diario de Navarra se ha convertido en una especie de cáliz en donde la derechona navarra viene vertiendo sus lagrimas de cocodrilo por la perdida de su antiguo paraíso foral.

Los lamentos alcanzan cotas de epopeya que rememoran el magnifico poema de Milton “El paraíso perdido”. Al igual que en el clásico, se trata de la expulsión de unos ángeles del cielo, en este caso del Gobierno de Navarra y de dejar de tocar la alfombra roja del poder para utilizarlo como UPN lo ha hecho históricamente, como si fuera un corralito de su propiedad. Repartiendo prebendas a sus allegados, creando clientelismo y siendo un fiel servidor de las grandes empresas y depredadores varios de lo público.

El caso más paradigmático lo representa un artículo del ínclito Iñaki Iriarte, publicado en la sección de “Opinión”, bajo el título “La gran política y la pequeña”.

El artículo no tiene una línea de desperdicio, y es un auténtico monologo digno del mejor Hamlet.

“Ser o no ser, esa es la cuestión”, es la primera frase del famoso soliloquio del príncipe de Dinamarca. Por su parte, el“Kojak”upeniano se pregunta “¿Es todavía posible obtener mayorías parlamentarias suficientes y estables, para gobernar y no solo administrar las cuentas públicas?”. Ambas frases expresan la inestabilidad de quien las pronuncia, y muestran que se trata de individuos carentes de dirección y propósito.

Si la angustia de Hamlet es por la muerte de su padre, la de Iriarte es por la pérdida de esta especie de feliz Arcadia que representaba la Comunidad Foral para UPN.

¿Acaso el actual gobierno foral, no es producto de una mayoría parlamentaria? ¿O, es que, si en esa mayoría no entra UPN, ya no es estable, y solo sirve para administrar las cuentas? Por cierto ¿qué es lo que ha hecho UPN cuando ha detentado el poder, sino manosear a su antojo las cuentas públicas?

No se entera, este Hamlet de chistorra y pacharán, de los disparates que está haciendo su colega Cristina Ibarrola en el ayuntamiento de Iruñea. ¿Busca la Ibarrola mayorías para gobernar?, o ¿hace lo que le viene en gana estando en minoría?

Prosigue el “principito derechoso” con sus cuitas existenciales: ¿Cómo convencer a los nuevos votantes teniendo en cuenta el proceso de descomposición social en el que estamos inmersos? Es decir, como UPN va a conseguir nuevos adeptos entre tanto mangarrán que conforman la putrefacta sociedad navarra.

No deja de expresar su desconcierto y perdida de la realidad que no es sino un trastorno psíquico, acompañado de alucinaciones: “Unos no sabemos bien donde estamos, otros no saben quiénes son”. “El mundo es un lugar más gris y uniforme”….

Pero, a pesar de tanta alucinación, y de tanto momento hipnótico, donde no distingue la realidad de la ensoñación, nuestro personajillo pseudo Shakespeare, espabila mostrándonos todo su poderío intelectual y político con esta sentencia: “La oclocracia, el gobierno de la muchedumbre, sustituye a la democracia”.

Frase de alguien que no conoce lo que es democracia, ni por haberla leído en los libros. Para quien el poder del pueblo, por y para el pueblo (definición de la democracia), no merece más consideración que la identificación del pueblo con la muchedumbre.

Ideas de un personaje melancólico del poder de UPN, y del poder absoluto de las elites sobre el populacho.

Ideas que encuentran su portavocía en el Diario que en su día publicó el bando genocida del golpista Mola y defendió el “glorioso” alzamiento nacional contra la república, y se mantuvo al lado de la dictadura franquista durante los largos años de su existencia.