El DIARIO DE NAVARRA se pone cara al sol

El Diario de Navarra, haciendo honor a su pasado de portavoz de los golpistas contra la legalidad republicana de 1936, como el que más en esta campaña de acoso y derribo de un Gobierno legítimo

El proceso de investidura que culminó el pasado 16 de noviembre, cuando el Congreso de los Diputados otorgó su confianza al candidato a la Presidencia del GobiernoPedro Sánchez, al obtener la mayoría absoluta de la Cámara con 179 votos a favor y 171 en contra, ha generado una inusitada radicalización del bloque de las derechas.

Es una campaña orquestada desde las redes sociales, por partidos derechistas como el Partido Popular, y ultraderechistas como Vox, Falange Española y una pléyade de grupúsculos nacional-fascistas, a los que se ha sumado la patronal de la CEOE, la Iglesia con el obispo Munilla a la cabeza, la FAES de Aznar, momias políticas como Felipe González o Alfonso Guerra y no pocos medios de comunicación.

El Diario de Navarra, haciendo honor a su pasado de portavoz de los golpistas contra la legalidad republicana de 1936, no podía ser menos en participar como el que más en esta campaña de acoso y derribo de un Gobierno legítimo.

Sumándose al coro de quienes tildan la investidura de Sánchez como un “golpe de Estado” (y eso lo dice sin que se les caiga la cara de vergüenza, el periódico que publicó el bando del golpista Mola); de una “dictadura” (el periódico que apoyó la dictadura de Franco hasta su muerte); “abolición del Estado de derecho” …

Los editoriales del Diario de Navarra de los días once(“Una oposición judicial unánime”);catorce(“Polémica amnistía total”);quince(“Cautivos de la necesidad”);dieciséis(“Sánchez levanta un muro de discordia”). Acompañadas de portadas amarillistas: “Pedro Sánchez pacta con el PNV el reconocimiento nacional del País Vasco” (11 de noviembre); “La amnistía de Sánchez borra los delitos de todo el procés y alcanza a 309 encausados” (14 de noviembre); “Sánchez se ata a la amnistía y Junts ya le amenaza para que siga sometido a sus exigencias” (16 de noviembre); “Sánchez, presidente para una legislatura cuya llave entrega a los independentistas” (17 de noviembre) … Constituyen un ejemplo de un periodismo alineado ideológicamente con el más rancio nacionalismo español excluyente, cuartelero chusquero, del que el Diario de Navarra es publicación decana.

Aliña esta especie de cocido madrileño con una acerva de articulistas, a cuál más trabucaire, con el único ánimo de emponzoñar la opinión pública y enmierdar el clima político. Así tenemos a ya clásicos componentes de la cuadra Vocento: Fermín Bocos (“Todo por siete diputados”, día once); Carmen Tomás (“Lo previsible, lo increíble y más allá”, día doce); Manuel Campo Vidal (“Investidura en medio de un vendaval de protestas”, día catorce); Fernando Jáuregui (“Dos Españas y un abismo”, día dieciséis; Pilar Cernuda (“Un presidente sin honor”; Charo Zarzalejos (“Y hablan de concordia”), ambas del día diecisiete)

El tufillo a chistorra y pacharán lo ponen en este apartado los derechosos forales, Manuel Pulido (“De las mentiras políticas al lawfare”, día once); José Antonio Asiáin (“Junts ha impuesto su agenda y su relato”, día doce); Juan Luis Sánchez de Muniain (“A las calles”, día catorce). Sobresaliendola Chon Latienda(¡Por España!, Como Franco”, día quince) donde no se corta un pelo en sacar a relucir al genocida dictador, y Víctor Manuel Arbeloa (“El esperpento”, día dieciséis), donde muestra su decadencia mental, emborronando unos párrafos que no pasan de ser un mosconeo viejuno.

Y el chupito de licor fuerte lo pone, como siempre, el inefable Dulanz y su obsesión con Bildu y los acuerdos secretos a los que ha llegado con el PSOE. No le acaba de entrar en la cabeza, que hayan podido dar su apoyo a la candidatura de Sánchez sin exigir nada a cambio, simplemente para impedir que haya un gobierno de ultraderecha, porque consideran que eso es malo para las clases trabajadoras y para el pueblo vasco. La política con mayúsculas, no la del pesebreo a la que están acostumbrados, le es algo tan ajeno que tiene que consolarse con afirmar, en un ejercicio de videncia, que, si Bildu no ha exigido nada a cambio, ya lo hará en el futuro y lo que pida será muy malo para Navarra.

Contrasta enormemente esta avalancha de información y artículos de opinión tendenciosa y que no se corresponde con la realidad de los acuerdos que han llevado a Sánchez a presidir el Gobierno, con la parquedad en el tratamiento de las manifestaciones con profusión de simbología fascista y de ideología nacionalcatólica, donde se han proferido gritos homófobos, machistas, racistas…

El Diario de Navarra es excluyente para cualquier opinión que defienda la idea de que en el vigente ordenamiento jurídico no está excluida la amnistía. Y eso a pesar de que existen fundadas razones para ello. Por ejemplo, el artículo 62.i de la Constitución que habla del derecho de gracia con arreglo a la ley. O el mismo Tribunal Constitucional en su sentencia 147/1986, de 25 de noviembre, cuando dice que “no hay restricción constitucional directa sobre esta materia” (la amnistía). O la vigencia del artículo 666.4ª de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, donde se prevé la amnistía como una de las causas que obligan al sobreseimiento.

Nada de esto se ve reflejado en el Diario de Navarra.Todo lo contrario, su línea se empecina en mantener la resolución del conflicto histórico sobre el futuro de Catalunya, y las demás nacionalidades sometidas por la fuerza al yugo español, por la vía judicial y el Código Penal, en lugar de buscarla desde la actuación política en democracia.

Por eso el Diario de Navarra, rememora e intenta equiparar estos momentos con los de la II República, volviendo a desempeñar el papel de vocero y estandarte de la reacción, justificadores y valedores del alzamiento nacional violento contra la legalidad, entonces representada por la República y hoy por el Gobiernode Sánchez.