Que el PSN vaya preparándose

Lo lógico es que la derecha política y mediática navarra intente aprovechar la ola reaccionaria que llega de otras comunidades y apueste por intentar conseguir la mayoría absoluta, lo que pasa necesariamente por desmoralizar y desmovilizar a un número significativo de votantes del PSN.

Los últimos cambios en el organigrama del PSOE y, sobre todo, el hecho de mantener al navarro Santos Cerdán, muñidor de la política de alianzas que llevó a Chivite a la presidencia como secretario de organización, dan a entender que Sánchez apuesta por la continuidad. Es, sin duda, una pésima noticia para la derecha política y mediática navarra.

Se acercan elecciones. En mayo tendremos las municipales y forales, que además serán el preludio de las generales de noviembre de 2023. Los resultados de las elecciones de la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Andalucía han hecho despegar al PP y Sánchez no puede permitirse más fracasos. Esto implica que el PSOE hará todo lo posible por ganar en todas las comunidades autónomas y capitales posibles y, allá donde no gane pero los números lo permitan, buscará gobiernos de coalición liderados por sus candidatos.

Es el caso de Navarra. Si en mayo del año que viene se repite la correlación de fuerzas actual, Chivite volverá a ser presidenta para desesperación de UPN y Navarra Suma. Sería la tercera legislatura en la oposición y es probable que veamos la retirada de Esparza de la política, así como nuevas tensiones, tal vez rupturas, en el seno de la derecha navarra.

Pero la correlación de fuerzas resultante de las elecciones de mayo no tiene por qué ser la misma. Existen otras posibilidades. Una de ellas es la de la mayoría absoluta de la derecha navarra. Es una opción que parece improbable y que solo se dará si grandes bolsas de votantes de izquierda y/o abertzales se abstienen.

Otra opción es que EH Bildu supere al PSN en votos y se complique la cosa para las fuerzas progresistas navarras. Esta opción es complicada porque la diferencia de votos entre las dos fuerzas políticas es sustancial. Además, si bien parece que EH Bildu tiende al alza, tendría que romper su techo de votos y que el PSN se hundiera para llegar a ser segunda fuerza.

Una última opción, tal vez la más improbable, sería que Geroa Bai fuera la segunda fuerza navarra por delante del PSN.

Lo lógico es que la derecha política y mediática navarra intente aprovechar la ola reaccionaria que llega de otras comunidades y apueste por intentar conseguir la mayoría absoluta, lo que pasa necesariamente por desmoralizar y desmovilizar a un número significativo de votantes del PSN. De no conseguir la mayoría absoluta, si la desmovilización de votantes socialistas provoca un adelantamiento de EH Bildu (o de Geroa Bai), complicaría enormemente la reedición del gobierno de coalición. Es lógico pensar que Pedro Sánchez no permitirá de ninguna manera que el PSN haga presidenta de Navarra a Laura Aznal ni alcalde de Pamplona a Joseba Asiron. A seis meses de las elecciones generales generaría un terremoto político que no se puede permitir.

En cualquier caso, las opciones de la derecha navarra pasan por la desmovilización del electorado socialista y el diario de Cordovilla desempeñará el papel que le corresponde. Que se prepare el PSN porque DIARIO DE NAVARRA lo va a machacar durante todo el final de legislatura.