Así, dedica su editorial al asunto, acompañado de un artículo del “docto”
Manuel Pulido (quien hace auténticos juegos malabares para justificar jurídicamente
una resolución que no se aguanta ni en el papel), otro libelo del “chiribailas” y eterno
vividor de la política Juan Luis Sánchez de Muniain, más un comentario de Iñigo
Salvoch, y una amplia referencia a la intervención de Javier Esparza en el Parlamento
sobre el tema.
Lo que ninguno de estos voceros de la derecha navarrera dice en sus torcidos
renglones, es que la sentencia del Tribunal Supremo constituye una agresión en toda
regla a Navarra y a su autonomía foral.
El Tribunal Supremo niega y miente sobre una realidad evidente a todas luces
para cualquier persona de esta tierra: Las carreteras navarras, su creación y su
mantenimiento corren, desde siempre, a cargo de la Hacienda Foral. Y la regulación
del tráfico en esas carreteras fue competencia exclusiva de la Policía Foral hasta que
el régimen del dictador Franco, en el año 1962, se las arrebató por la fuerza.
Decir que las competencias de tráfico no pertenecen histórica y originariamente
de Navarra, además de ser una mentira insostenible y que sonrojaría a cualquier
habitante de esta tierra, constituye una ataque del más rancio centralismo español,
rememora el que perpetró el dictador en el año 1962, y es un uso violento de los
tribunales contra la democracia y los derechos de Navarra.
Quienes no denuncian esta actuación de “contra fuero”, y la aplauden, como lo
hace el Diario de Navarra y la derecha chillona, demuestran su condición de
centralistas españolistas y anti-Navarra.
No mencionan que desde que Miguel Sanz era presidente del Gobierno Foral,
se estaba planteado recuperar esa competencia, y que UPN lo ha mantenido en su
programa hasta ahora, precisamente cuando se ha materializado.
¿Qué es lo que propone el Diario de Navarra y los correveidiles de UPN? Pues
ni más ni menos que se dé una salida negociada consistente en que las competencias
de tráfico sean compartidas entre la Guardia Civil y la Policía Foral. Es decir, que se
siga como hasta ahora. ¡Para este viaje no hacían falta alforjas!
Otro de los elementos que ha aflorado tras esta sentencia y que tampoco
merece la mención de reaccionario diario, es que el Amejoramiento del Fuero de
Navarra, es un estatuto de autonomía de “chichinabo”. Que tiene más agujeros que un
queso de gruyere. Que la bendecida por el gran “gurú” del nacional españolismo
revestido de una capa de pintura foralista, Jaime Ignacio del Burgo, su querida
LORAFNA, es un compendio de carencias tanto técnicas como democráticas. Que su
génesis se pergeñó al margen de la ciudadanía y de las fuerzas progresistas,
respondiendo a los intereses exclusivos de esa derecha que hace del Fuero su
particular corralito, en su día colaboradora directa de los militares golpista y siempre a
las ordenes del centralismo del Estado.
Una vez más, el Diario de Navarra en su papel de ariete de la reacción más
desaforada contra los derechos democráticos y las libertades. Aprovechándose de una
resolución judicial que es un disparate jurídico y un ataque directo a los derechos
históricos de Navarra.