Andan las derechaspresas de retorcijones intestinales desde que fracasaron en su intento de conseguir la mayoría absoluta en las elecciones del pasado 23 de julio. Iguales males aquejan a los retrógrados de UPN tras las elecciones al Parlamento navarro del 28 de mayo y la perdida de la alcaldía de Iruñea.
Esta derrota política los ha llevado a una radicalización política e ideológica que combina ideario neoliberal, legado cultural y político del franquismo,incorporando elementos asociados a la ola reaccionaria internacional impulsada por el trumpismo.
La ofensiva de la derecha se fundamenta en lanzaruna andanada de descalificaciones que nada tienen que ver con la realidad.Su mensaje se mueve exclusivamente en el fango del insulto. Así se valoran los pactos del PSOE con otros partidos como “golpe de Estado”, y las decisiones del Gobierno como “dictadura”.Las actuaciones del Gobierno son antidemocráticas porque no responden al gusto de la derecha. De esta forma se está creando una situación en donde la ficción inventada por la derecha se quiere imponer como la única realidad.
A esta maniobra contribuyen de una forma esencial los medios de comunicación que apoyan y mediatizan esta ficción política. Entre ellos ocupa un lugar preferente el Diario de Navarra que, día a día, marca la acción de la política de la derecha con sus editoriales, sus colaboraciones y la tendenciosidad con la que plantea las noticias. El resultado final es una falsa realidad, plagada de planteamientos huecos, ideológicamente mentirosos, tendentes a manipular la opinión de los lectores y que en estos momentos roza la desfachatez del nulo pensamiento.
Uno de los voceros habituales en sus páginas de opinión es Manuel Pulido Quecedo, que firma sus libelos como “abogado, doctor en Derecho”, en un vano intento de dar a sus soflamas neoliberales y carcas una pátina de glamor intelectual y de solvencia intelectual.
Sin embargo, la única diferencia entre él y quienes se concentran en la sede de Ferraz y llaman “hijo puta” a Sánchez, es que aquellos no han superado la EGB y nuestro escribano parece que si lo ha hecho. La sintonía ideológica entre uno y otros es total.
Tomemos por ejemplo, el artículo publicado el pasado 27 de diciembre, bajo el título de “La política trumpista de Sánchez”. Ya el titulo indica que el articulista proyecta en otros sus propios defectos, pues el panfleto es un cúmulo de falsedades intencionadas.
Comienza denunciando la primera gran mentira: “el PSOE ganó las elecciones del 23 J”. Nadie ha defendido tal idea. Todo el mundo, incluidos los socialistas, reconoce que el PP fue el partido más votado en esas elecciones, pero lo que la realidad ha demostrado es que NúñezFeijoó ha sido incapaz de lograr la mayoría parlamentaria para formar gobierno, debido al pacto con la ultraderecha de VOX. En cambio Sánchez ha logrado, mediante pactos, una mayoría que le ha permitido formar gobierno. Esa es la realidad en un sistema parlamentario y no la que pretende el escribano Pulido.
Segunda mentira: “Sánchez prometió entregar a Puigdemont a la justicia y en cambio le va a conceder una amnistía contraria a la Constitución”. Aquí el doctor en Derecho demuestra que el título lo compro en Wallapop. Nunca hace mención del artículo de la Constitución que prohíbe la amnistía, porque tal artículo no existe. Los acuerdos del Gobierno con Juntsper Catalunya y Esquerra Republicana están encaminados a abrir un proceso de negociación en torno a la resolución del conflicto histórico sobre el futuro político de Catalunya. Una vía pacífica, y no la que puso en practica el PP y la judicatura española, basada en la represión policial y la cárcel.
Esta propuesta puede parecer buena o mala, pero es una decisión política que está dentro de los marcos legales, se basa en la actuación de la representación popular establecida y dentro del ejercicio de las libertades referidas a las relaciones con el poder político. No puede afirmarse como hace el iletrado Pulido, que esta medida supone “una verdadera desconstitucionalización de nuestro Estado de Derecho”
Afirmar que una decisión política es antidemocrática o que rompe el Estado de Derecho porque no le gusta al señor Pulido y a la derecha, es sin más una falsa afirmación. Podría afectar a la democracia si la ley de Amnistía supusiese la ruptura del marco legal preexistente, cosa que, por supuesto, no ocurre en este caso.
Tercera mentira: Sánchez dijo “nunca pactaré con Bildu. Y ha pactado en el Congreso, y en el Ayuntamiento de Iruñea, con los herederos de Batasuna, el brazo político de ETA. Y quien sabe si no se incluirá en la ley de amnistía medidas de gracia para los presos de ETA”. Aquí es cuando el licenciado Pulido muestra los efectos de la descomposición mental e intestinal que padece. No menciona que Bildu ha sido declarada legal por los tribunales. Que el PP no tuvo ningún reparo en sentarse a negociar con Batasuna en su día. Que la organización ETA cesó totalmente su actividad en año 2011 y se autodisolvió en 2018. Que la moción de censura del Ayuntamiento de Iruñea es una actuación prevista en la normativa, y precedida del funcionamiento errático de la exalcaldesa Ibarrola de UPN. Que la reivindicación del momento para los presos es que se les aplique la normativa penitenciaria y no la excepcionalidad mantenida por la Audiencia Nacional.
Cuarta gran mentira: “Respeto al poder judicial”. Eso lo dice el defensor del partido que está impidiendo desde hace cinco años que el Consejo del Poder Judicial sea renovado conforme la ley. Y que mantiene al órgano superior de los jueces en una interinidad que ha supuesto una llamada de atención por parte de Europa.
Aunque suene a chiste malo, el poder judicial también reside en el pueblo, los jueces deben impartir justicia en nombre del pueblo. No constituyen algo ajeno al control ciudadano y deben responder cuando judicializan la política y actúan como agentes represivos contra movilizaciones ciudadanas como hicieron con el procés, o anulando las leyes de parlamentos autonómicos que legislan para avanzar en democracia.
Por todo esto el artículo de Pulido es todo menos pulido, es un cumulo de mentiras y falsedades, y un canto al trumpismo mediático.
En una de sus novelas ejemplares, Cervantes, nos cuenta el caso del Licenciado Vidriera que vive en una falsa realidad, pues cree que es de vidrio y grita desaforadamente para que nadie se le aproxime. Nuestro licenciado Vidriera del siglo XXI, Manuel Pulido Quecedo también vive en la ficción, aúlla a los cuatro vientos para que nadie rompa sus postulados neoliberales, franquistas y reaccionarios que constituyen su irreal mundo. Y para ello no tiene mejor instrumentos mediático que el Diario de Navarra, defensor del golpe fascista de 1936, y de los cuarenta años de dictadura franquista, y ahora adalid del régimen del 78, la monarquía borbónica, el modelo capitalista y la negación de los derechos de las nacionalidades sometidas al yugo de España, Una, Grande y de los americanos.