El Diario de Cordovilla informaba con todo detalle recientemente, que “La Red Viaria Navarra solo recibe el 54% de la inversión necesaria en conservación, cuando se precisan 72 millones de euros anuales y en 2019 no llegaron a 40 millones”. También reconoce “que es debido a la caída de ingresos tributarios a raíz de la crisis generada por la pandemia”.
Para justificar la urgencia de nuevas inversiones prioritarias en ese sector, ese medio recurría al decano del Colegio de Caminos (parte interesada) y a la Asociación de de la Carretera de España (parte interesada también). Solo le faltaba recurrir también a Volkswagen.
El Coronavirus no solo ha causado descuadres presupuestarios en inversiones en la Red Viaria de Navarra, sino también en otros sectores como son Sanidad, Enseñanza, Medio Ambiente y un largo etc. Pero… ¿por qué Diario de Navarra se preocupa de la Obra Pública reivindicando mayores inversiones y no lo hace de la misma manera con el resto de sectores…?
Esto viene de lejos… desde hace décadas ese medio está al servicio de los intereses de la “Cofradía del Hormigón y el Ladrillo”, que en Navarra ha sido sin duda el sector que mayores pelotazos ha dado en época de bonanza. Sus integrantes; arquitectos, constructores, especuladores y diferentes gremios relacionados con la construcción, se han forrado durante esos años donde se vendía todo lo construido, aunque con la crisis de los 80 algunos quebraron. Ahora no pueden soportar las horas bajas del sector y es por esto que a través de Diario de Navarra presionan al Gobierno para que éste se acuerde de ellos y les facilite urgentemente obra pública o la construcción de vivienda protegida.
El cinismo de esta gente no tiene límites… Así la Asociación de Constructores Promotores de Navarra en su web dice: “…ser una organización empresarial sin fines lucrativos, independiente de cualquier grupo político o social…” ¡encima nos toman por tontas!
De la misma manera, Diario de Navarra ha apoyado, apoya y apoyará las grandes inversiones cementeras del Canal de Navarra, Circuito de Los Arcos, Tren de Alta Velocidad, Navarra Arena, la macrociudad de Gendulain para 60.000 personas, Senda Viva, mantenida con dinero público… Lo sustancial es que corra el dinero sin importar si se van a satisfacer racionalmente las necesidades de la sociedad, o por el contrario servirá para que la “Cofradía” llene sus bolsillos… que es de lo que se trata.
Mucho menos le importa que el sector de la construcción sea uno de los que más destruyen el medio ambiente, y que la automoción, además de las emisiones de gases de efecto invernadero, sea la causante de más de 1.000 muertos anuales en España por accidentes de circulación y más de 10.000 por efecto de la contaminación del aire producido por los vehículos.
Otro aparte sobre este tema es, quien debe sufragar los gastos de construcción y mantenimiento de las carreteras, autovías, autopistas, etc. Ahora los asume la sociedad en su conjunto, hagan uso de esas infraestructuras o no. Esto no es muy justo que digamos.
Como no está el horno para bollos, en época de crisis como la actual, se deberían atender principalmente los problemas más urgentes de la sociedad y si no llega para la Red Viaria, pues que esperen tanto las constructoras como los conductores y automovilistas. Más urgente y prioritario es atender a los sectores necesitados más vulnerables de la sociedad; la pobreza, la desnutrición, el desempleo, los mayores, la exclusión social etc… ya que estos sí que las están pasando canutas con la crisis actual derivada de la pandemia y del sistema económico en el que se da.