El Diario de Navarra vuelve a prestar su páginas de opinión al contumaz Víctor Manuel Arbeloa en su diatriba permanente contra el nacionalismo vasco. En el ejemplar correspondiente al 23 de octubre, el sacerdote del PSN, en un artículo bajo el ya esclarecedor título de “Nacionalismo y fundamentalismo”, afirma que si los hermanos Arana pueden ser considerados prototipos del nacionalismo fundamentalista y todos los nacionalismos en general son fundamentalistas, ”ETA y todos los partidos de su cepa han sido y son mil veces más fundamentalistas que todos ellos, con una incomparable y absoluta gravedad”.
El que un sacerdote miembro activo de la iglesia católica, apostólica, romana, defensor de la única religión verdadera. Cuya base de creencias se basa en la existencia de un Dios Padre, creador del cielo y de la tierra, y en su hijo Jesucristo, concebido por obra y gracia de un Espíritu Santo que tomó la forma de una paloma; nacido sin pecado de una mujer que fue Virgen toda su vida. Que fue crucificado y al tercer día resucitó y subió a los cielos…etc., tache de fundamentalista a otros, resulta, como poco, chocante.
El que un político, nacionalista español hasta las trancas, que ha jugado un papel tan nefasto como determinante en la política navarra desde su militancia socialista. Siendo el factótum que acabó con la integración de la Agrupación Socialista de Navarra en el Partido Socialista de Euskadi. Y que consiguió que pasaran de defender la unidad del País Vasco con Navarra incluida, a apostar por la creación de una comunidad autónoma más, coincidiendo con la derecha franquista. Trate de fundamentalistas a otras formaciones políticas, resulta grotesco.
Que un militante del partido que, cuando ha estado en el poder, ha propiciado la existencia de los GAL y de la guerra sucia. Que ha practicado la corrupción. Que no ha acabado con la tortura y los malos tratos en las comisarias y cuarteles. Que apostó por la permanencia en la OTAN cuando en su programa electoral figuraba precisamente la salida inmediata de ese bloque militar… afirme de los otros que son unos fundamentalista con una incomparable gravedad, es una gran hipocresía.
Cuando una persona niega poseer algún aspecto, conducta o actitud considerada negativa, y vierte en los demás esas características, nos encontramos ante un fenómeno psicológico denominado “proyección”.
Y el caso del cura Arbeloa es un ejemplo de libro de esta enfermedad mental. Se trata de salvaguardar su propia imagen, culpabilizando a los demás de poseer los rasgos negativos que el mismo tiene.
Según los psicólogos, el efecto inmediato de esta tendencia provoca una desviación en el pensamiento, y el que la padece realiza pensamientos sesgados e inclinados hacia un lado concreto. Que es, ni más ni menos, lo que hace Arbeloa desde hace un montón de años.
Se trata de un mecanismo de defensa que, según los especialistas, tiene los siguientes motivos:
- Falta de autoconocimiento. Cuando Arbeloa realiza una proyección negativa hacia los demás, y en especial hacia la izquierda abertzale, no es consciente de que está viendo un defecto suyo en ellos, evadiendo su autoconocimiento.
- Complejo de inferioridad. Cuando proyecta hacia el nacionalismo de izquierdas sus propios defectos, es porque se siente inferior ante quienes se está proyectando.
- Baja autoestima. Arbeloa no acepta sus propios fundamentalismos y como no los soporta en su persona, los vuelca hacia los otros.
En general el uso de la proyección psicológica por parte de Víctor Manuel Arbeloa es señal de que existe algo que está mal en su interior, por lo que lo recomendable es que busque la ayuda de un profesional y lo primero es que deje una temporada de ser utilizado por el ideario político del Diario de Navarra.