“Buscar a los desaparecidos y enterrarlos dignamente”, es la frase que utiliza como titular el señor Felones, antiguo Consejero de Educación, en el Gobierno del PSOE de Navarra, períodos de 1983-1987-1991, para disertar en su habitual columna del Diario de Navarra, sobre la reciente Ley de Memoria Histórica.
No es significativo el título, ni el artículo, para representar lo que, durante tantos años, se viene reclamando y exigiendo a los gobiernos del Estado español, en relación a la verdad, justicia y reparación, por los crímenes y delitos de lesa humanidad, de la Dictadura franquista y su continuación en el período de la transición.
La dimensión de la barbarie franquista, es mucho más que la búsqueda de personas desaparecidas, para la entrega a los familiares y amigas y amigos, de sus restos. Se trata, en todo caso, para limitarnos al titular, de desapariciones “forzadas” de víctimas del bando franquista en la guerra y de la Dictadura y post-dictadura no democrática. Se trata, además, de que los desaparecidos forzados, tuvieron y tienen sus ejecutores. Las personas que perpetraron los crímenes franquistas desde los aparatos estatales y para-estatales. Y hay que contar la verdad de todo esto y en toda la dimensión real. No son desaparecidas las personas, son hechas desaparecer, por personas que son generalmente conocidas y que además las asesinaron y ordenaron asesinar. La desaparición, vino después.
Aun así, el tema importante del artículo es el lamento del señor Felones de no haberse conseguido la necesaria unidad de todos los partidos democráticos, donde incluye “por lo menos” al PP, UPN y Ciudadanos. Por lo más, quizá propone incluir a Vox, en una interpretación muy laxa de lo que es democrático, que ni siquiera el propio partido se lo auto-atribuye.
Y el tercer escalón de la reflexión sitúa en su sitio político al autor, cuando se responde a la pregunta de porqué estos partidos tan democráticos no han dado el visto bueno a la ley: “pero algunas enmiendas introducidas por EH-Bildu, PNV, PDE-CAT, Más País y CC, quebraron un consenso que hubiera sido posible y deseable”
Y aquí ya se ven todos los plumeros no enseñados, pues lo que de verdad importa, no es la ley, ni lo que dice, ni el papel político de estos partidos obstaculizando la Memoria Histórica, ni siquiera, la consecución de un consenso con todos los partidos. De lo que trata es de descalificar a los partidos que realmente están luchando por la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, más allá de los estrechos marcos que está tratando de acotar el PSOE.
¿Se acuerda el señor Felones de la obstaculización permanente que ha hecho la derecha a la anterior Ley de Memoria de 2007, aprobada con el Gobierno Zapatero? ¿Recuerda la generosidad de Rajoy al presupuestar CERO euros para las exhumaciones ya aprobadas en aquella ley? No quiera engañarnos: las personas desparecidas forzadas están siendo encontradas y enterradas, con muchísima dignidad, gracias al trabajo de su familiares, amigas y amigos y organizaciones de memoria histórica. Sus amigos, a quienes quiere meter en el consenso, están en el otro lado: impidiendo las exhumaciones y los traslados de los máximos asesinos de la dictadura, como Franco, Mola y Queipo de Llano.