Lo que no te cuenta el fachario de Cordovilla intentado poner en un púlpito a la familia Huarte 

Recientemente Diario de Navarra le dedicó un reportaje a los 50 años de la acción del secuestro del empresario navarro. Contextualizamos los hechos.

Fuente: lamarea.com

A finales del año 1972 finalizaba el convenio colectivo de Torfinasa, una de las múltiples empresas que la familia Huarte tenía en Navarra. Los trabajadores iniciaron un paro el 17 de noviembre en respuesta a la negativa del empresario a mejorar sus condiciones laborales. La respuesta de la familia Huarte fue conceder mejoras al resto de trabajadores de todas sus empresas para evitar paros de solidaridad, como ocurrió en Asturias en la Huelgona, y mandar cartas de despido a los 140 trabajadores de Torfinasa.

Los paros continuaron y la represión policial sobre los trabajadores fue muy intensa, según Luigi Bruni, en su libro sobre la Historia de la ETA. En una asamblea de los trabajadores en las que se debatía su estrategia a seguir sobre la huelga, irrumpió la Guardia Civil y se produjo una carga salvaje sobre los obreros. El jefe de personal de Huarte sobre un jeep de la benemérita señalaba a los guardias a quiénes había que detener.

Ser despedido en Huarte significaba no poder volver a trabajar en la industria en Navarra, ya que Félix Huarte monopolizaba el sector en la región y existían listas negras de trabajadores que la Policía distribuía a petición del empresario, según narra Bruni. En ese contexto, ETA lleva a cabo una acción extraña en su proceder, ya que no solían interferir en los conflictos obreros. El 16 de enero de 1973 entran en Villa Adrianda, el hogar del empresario, y secuestran a Felipe Huarte, hijo del condecorado, para exigir que se aceptaran las reivindicaciones de los obreros de Torfinasa. Tras aceptar las reivindicaciones y entregar un rescate de 50 millones de pesetas, Felipe Huarte fue puesto en libertad.