La situación del euskara está unida a su historia

Noviembre 11 2020

Euskara y Administración. La gestión que la Historia nos ha dejado ha influido sobremanera sobre nuestra lengua. Diario de Navarra ha sido un fiel colaborador a la hora de gestionar el retroceso de la misma. Hablamos con Joseba Otano Villanueva, miembro de Administrazioan Euskaraz Taldea, sobre las claves históricas que han llevado al euskera a su situación actual.

¿Fue el euskara la única lengua de la Península Ibérica que sobrevivió a la invasión de los romanos?

Sí. Había varias lenguas en la Península (seguramente, el íbero la más importante). De todas maneras, parece que el euskara sí perdió amplios territorios en los Pirineos y en parte de la actual Aquitania (hoy estado francés).

¿Fue el Reino de Navarra el estado de los vascones?

En su origen, y ya abatidos los visigodos por los árabes, nació más en lucha con los francos, que quería hacer una marca divisoria con los árabes. Entonces, era el reino de los vascones, un lugar en el que el euskara era la lengua hegemónica entre sus habitantes.

¿La conquista de Navarra por Castilla influyó en la situación del euskara?

Sí. Primero en los territorios perdidos hacia el año 1200 (que hoy conforman Araba, Bizkaia y Gipuzkoa). Los castellanos se hicieron con los puestos más importantes y fueron expandiendo su idioma, aunque al principio fue un proceso lento. La Baja Navarra mantuvo su soberanía hasta 1620 en que fue anexionada por Francia (formalmente fue un Reino con el mismo rey hasta la revolución francesa de 1789). Toda Iparralde inició bajo el sometimiento francés un proceso de asimilación, aunque las fechas claves fueron 1789 y la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

¿La perdida de los Fueros influyó en la situación del euskara?

Hasta entonces formalmente eran reinos diferentes con el mismo rey y se mantenían fronteras. La pérdida de los últimos restos de soberanía dio comienzo a un período de rápida expansión del castellano y gran pérdida del euskara, que todavía era la lengua de la mayoría de la población navarra antes de las guerras carlistas, que culminaron en 1876.

¿La dictadura franquista influyó en la situación del euskara?

Prohibió su uso. Incluso lo hizo desaparecer de las lápidas del cementerio. Aun así, se mantuvo en los pueblos en los que todavía tenía fuerza. Al final de la dictadura, sin embargo, la población euskalduna ya sólo era un 10 % de la población.

¿Mejoró la situación del euskara con la llegada de la democracia española?

Sí. Cuando menos se legalizaron ikastolas y se fue expandiendo el modelo D en la enseñanza pública. También fueron apareciendo medios de comunicación en euskara. Pero los partidos españolistas desde el principio fueron mayoría en el Parlamento Navarro y su labor fue la de limitar la expansión del euskara. Dividieron Navarra en tres zonas: Zona vascófona (en la que se promovía el blingüismo castellano/euskara), zona no vascófona (en la que el euskara prácticamente perdía toda consideración) y zona mixta (en la que se dejaba en manos de las Administraciones fomentar el euskara, pero sin reconocer derechos, ya que en ella el euskara no tiene carácter oficial).

Navarra Suma y “Diario de Navarra” dicen que el anterior cuatripartito en el Gobierno de Navarra y también el actual intentaron e intentan imponer el euskara.

La Administración de la Comunidad Foral, con UPN, ha sido diseñada para ser una Administración monolingüe castellana, con algunas excepciones (tienen perfil bilingüe alrededor del 1 % de los puestos de trabajo, siempre sin contar al profesorado). No hay ninguna intención del Gobierno actual de cambiar esa situación. El cuatripartito anterior perdió cuatro años sin cambiar esa situación.

Pero la valoración como mérito del euskara es una barrera infranqueable para entrar en la Administración, según UGT.

Sólo en Osasunbidea y en la Policía Foral (en ésta hay muy pocas convocatorias de puestos de trabajo) se emplea el concurso-oposición. En los demás Departamentos se utiliza el sistema de oposición. O sea, no hay ninguna valoración del euskara. Por supuesto, en esta situación, los concursos-oposición son una minoría en la Administración del Gobierno de Navarra. Tras la última sentencia de los jueces anulando dos puntos del Decreto del Euskara, el Gobierno de Navarra ya no valora el euskara en los concursos-oposición en lo referente a la zona mixta (en la zona “no vascófona” nunca o casi nunca lo ha valorado). Se puede decir que en este momento sólo se valora en Osasunbidea en la zona vascófona, aunque los hospitales están fuera de ahí. Si no tiene la Policía Foral ningún cuartel en la zona vascófona, tampoco lo valorarán en sus convocatorias.

El anterior cuatripartito lo único que hizo es aumentar al doble la valoración del euskara en los concursos-oposición. Pero era una puntuación tan baja la que había que eso fue aproximadamente subirle un 1 % en la zona mixta y un 2 % en la zona vascófona (en la zona “no vascófona” el doble de cero fue cero). Aun siendo tan escasa esta aportación, los jueces la anularon.

En la zona vascófona la valoración del euskara es del 11 %.

Para puestos de Osasunbidea se valorará el 11 %. Pero es el 11 % de la valoración del resto de méritos, no el 11 % de los puntos de la convocatoria. Normalmente, el resto de méritos son 39 puntos sobre 100 y, por tanto, la valoración del euskara es un 4’29 % de los puntos de la convocatoria. Pero el baremo de méritos tiene un límite de 40 puntos. Es decir, que si dos aspirantes logran esos 39 puntos de los méritos y uno de ellos sabe euskara, gracias al euskara sólo recibirá un punto de ventaja.

Osasunbidea dice que es una situación hipotética. Muy rara vez logrará alguien los 39 puntos de mérito.

Seguramente así será, pero ese sistema empuja a la gente a buscar los puntos en otros méritos que no sean el euskara, que siempre requiere más tiempo y esfuerzo.

El modelo D tuvo un tiempo de gran avance, pero después su expansión se detuvo por completo.

El modelo D en la enseñanza pública estuvo prohibido en la zona “no vascófona” hasta hace muy poco. En el resto de Navarra obtuvo una implantación importante, casi absoluta en la zona vascófona. Pero para detener su expansión el Gobierno de Navarra de UPN (época de la Barcina) fomentó el PAI (enseñanza en castellano con algunas asignaturas en inglés), haciendo creer a los padres que sus hijos así aprenderían bien el inglés, lo cual es una verdad muy a medias (ya que como mucho, se adquiere un conocimiento limitado de este idioma, no mucho mayor del que se adquiere en las ikastolas de Navarra). El apoyo del PSOE y del “Diario de Navarra” fue importante en el desarrollo del PAI. En modo alguno, se ha desarrollado el PAI como producto de una lucha de los padres, sino claramente impulsado por la Administración. La salida del PAI tampoco es fácil. Al colegio de Castejón le respondióel Gobierno de Navarra con una negativa. El modelo D se ha encontrado con un muro en los centros en que se ha implantado el PAI. Cuando se ha permitido implantar el modelo D en la zona “no vascófona”, la falta de tradición y el PAI han hecho que hasta ahora haya tenido un éxito muy limitado, aunque su evolución con el tiempo puede cambiar.

¿Y los Ayuntamientos actúan como el Gobierno de Navarra?

El Gobierno de Navarra, con sus 16.000 trabajadores es la empresa más importante de Navarra. En relación a su exigencia del euskara, es un ejemplo malísimo para todo el resto de Administraciones de Navarra. Respecto a la valoración del euskara, se puede decir que hoy en día hay cuatro zonas en Navarra y el Ayuntamiento de la capital.

En la zona “no vascófona” ni se pide el conocimiento del euskara, ni se le valora (salvo algún caso anecdótico). En la zona vascófona, normalmente se exige el conocimiento del euskara para entrar a la Administración, aunque haya algunas pequeñas excepciones en algunos Ayuntamientos en puestos no relacionados directamente con el público.

La zona mixta está dividida en dos. Los antiguos Ayuntamientos de la zonamixta suelen tener en cuenta el euskara en sus convocatorias. Tienen un determinado número de puestos de perfil bilingüe y en el resto suelen valorar el euskara. No todos actuan igual, hay variaciones entre ellos, pero se puede decir que ésa es la línea general. Luego están los 43 Ayuntamientos que pidieron su incusión en la zona mixta y que fueron incluidos por el Parlamento en 2017. Fue un espejismo, una campaña coyuntural. Siguen comportándose como si siguieran en la zona “no vascófona”. Su actuar se parece más al de esos Ayuntamientos que al del resto de Ayuntamientos de la zona mixta.

El Ayuntamiento de Pamplona siempre ha sido un punto negro en la zona mixta en la valoración del euskara. Al anterior cuatripartito se le suponía una voluntad de cambio. Pero casi no hubo cambios en el número de puestos de bilingüe (salvo en dosescuelas infantiles). La valoración del euskara como mérito la hizo dentro de una incoherencia total. En algunas convocatorias lo valoraba bastante bien (un 10 %), pero siempre tenía preferencia una lista interna en la que para formarla no se valoraba el euskara. Esa alta valoración tuvo sus críticas, pero pasó desapercibido que en la gran mayoría de las convocatorias no valoraba el euskara. Y finalmente, como remate, cuando pudo sacar plazas fijas, optó por no valorar el euskara en esas convocatorias. A partir de ahora, la valoración del euskara será peor, pero con ese balance del cuatripartito no va a ser una “revolución”.