El pendejo Dulanz

El Diario de Navarra y el alcahuete Dulanz son portavoces del racismo y del colonialismo del añejo imperio español, que constituye el sustrato ideológico de la “gloriosa cruzada” del 1936 contra la II República.

La exclusión de Felipe VI a la toma de posesión de la presidenta de México Claudia Sheinbaum, debido a la negativa del Estado español a reconocer las atrocidades cometidas en la conquista de ese territorio, ha generado un autentico sarpullido entre los sectores más reaccionarios y nostálgicos del viejo imperio donde dicen no se ponía el sol.

Fiel a esta mentalidad que sigue manteniendo un poso colonialista, el Diario de Navarra, como no podía ser menos, se ha convertido en portavoz del malestar de los antiguos conquistadores ante la simple petición de los pueblos invadidos por que se les pida perdón.

Buena prueba de este rebote imperialista venido a menos, lo tenemos en el opúsculo que el “pinche” Dulanz emborrona en el ejemplar del 27 de septiembre en su columnilla “BLANCO SOBRE NEGRO” en Diario de Navarra, bajo el título “Gustazo populista”.

Tilda el “menso” chafardero que la petición de reconocimiento de los desmanes cometidos por los conquistadores españoles en México es un “revisionismo histórico” producto de los populismos de izquierda. Y que gracias a Hernán Cortés y los suyos, los pueblos originarios no siguen haciendo “sacrificios en taparrabos”.

Prosigue el gacetillero haciéndose estas preguntas: “¿Exigimos disculpas a Italia por la conquista romana de Hispanía? ¿A Marruecos por traernos los avances médicos o agrícolas de la España Musulmana?”.

Pura demagogia y muestra de la supina ignorancia del cagatintas: Italia se crea como nación en 1861 y la llegada de los romanos a la península data del año 218 antes de Cristo.

Y nada de exigir disculpas, sino tono lo contrario: una parte del ejército español se mostró en 1936 muy agradecida a la Italia fascista, cuando hizo suya esa ideología propiciando un golpe de Estado y un conflicto armado que duró tres años, manteniendo una dictadura totalitaria durante cerca de cuarenta años. De la que, por cierto, el Diario de Navarra fue un entusiasta colaborador.

Y en el caso de Marruecos, el agradecimiento por las aportaciones realizadas consistió en la expulsión de los moriscos entre 1609 y 1613, ordenada por otro Felipe (el III);el mantenimiento colonial de Ceuta y Melilla, y las siete guerras con ese país entre 1859 y 1927, incluyendo la guerra del Rif que duró 16 años (1911-1927)

No se trata de ningún revisionismo histórico, sino de concienzudos trabajos de historiadores por los que se demuestra que la conquista de México por los españoles entre 1519 y 1521tuvoconsecuencias inmediatas graves, como la esclavización de gran cantidad de indígenas, incluyendo mujeres y menores. Este hecho ya fue documentado en su tiempo por fray Bartolomé de Las Casas. Así como una catástrofe demográfica de la población autóctona. Se trató de una imposición política, económica y religiosa de los españoles sobre los habitantes originarios que puede considerarse racista.

La negativa a reconocer el daño causado y pedir perdón, no es un “silencio prudente y diplomático”, sino enrocarse en una pertinaz postura colonial sobre un pueblo que fue conquistado, sometido y explotado.

Felipe VI representa la continuidad de ese rancio imperialismo. No hay que olvidar que la monarquía fue impuesta en el Estado español por el dictador Franco.

El Gobierno de Sánchez negándose a asistir a la toma de posesión, se convierte en cómplice de esa trasnochada idea. No es una postura ni digna ni coherente. ¿Van a dejar sus negocios en México el Santander, el BBVA o Telefónica? Por supuesto que no, la cartera manda sobre cualquier otra cuestión, incluso sobre la supuesta ofensa al jefe del Estado.

No solo se debe pedir perdón por la invasión de México y sus terribles consecuencias, sino que hay que mostrar agradecimiento por lo ese país hizo acogiendo a miles y miles de exilados republicanos (se cifra en 20.000 las personas que encontraron refugio en México huyendo del genocidio franquista, muchas de ellas intelectuales, profesores y menores), mientras los verdugos fascistas sacrificaban a quienes consideraban desafectas a su ideología, eso sí no llevaban taparrabos sino guerreras de militares golpistas, camisas azules falangistas y boinas rojas del requeté.

El Diario de Navarra y el alcahuete Dulanz son portavoces del racismo y del colonialismo del añejo imperio español, que constituye el sustrato ideológico de la “gloriosa cruzada” del 1936 contra la II República.

*En homenaje al pueblo mejicano se han utilizado en este artículo expresiones propias que pasamos a definir:

Pendejo: tonto en extremo

Pinche: despreciable

Menso: poco inteligente