El Diario de Navarra publica el día 18 de abril un artículo de José María Aracama Yoldi. Bajo el título “El modelo Ayuso”. El autor, presidente del think tank Institución Futuro, trata sobre la conferencia que la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, dio en Pamplona en un ciclo de charlas organizadas por la misma Institución. En el artículo, al Sr. Aracama no le caben las páginas para cubrirlas de loas a la política desplegada en la Comunidad de Madrid por la pepera Díaz Ayuso.
El Sr. Aracama fue en los años 1996 a 1999 consejero de Economía y Hacienda en el Gobierno de Navarra presidido por Miguel Sanz. Pasó por el cargo sin pena ni gloria, de hecho, la mayoría de la población ni guarda recuerdo del personaje. Su vida profesional, excepto este paréntesis en el Gobierno Foral ha transcurrido en la empresa privada, sobre todo en Cementos Portland, SODENA y GAMESA. En la actualidad ejerce de presidente de la Institución Futuro, cuyo objetivo es demostrar lo caro que resultan las instituciones navarras. Sin embargo, en unas declaraciones afirma que como consejero del Gobierno Foral perdió dinero. No es que se rebajase el sueldo como político, sino que el que percibía en la empresa privada era una exageración. ¿En qué quedamos Aracama? ¿Es la Administración pública la que derrocha en sueldos o es la empresa privada la que paga unas retribuciones escandalosas a sus directivos mientras contiene los salarios de sus empleados?
Volviendo al artículo en cuestión. El Sr. Aracama aplaude con las orejas la política neoliberal que la trumpista Díaz Ayuso (que manía con llamarla por el segundo apellido) está llevando en la Comunidad de Madrid. Para ello utiliza datos parciales e incluso embellece actuaciones que rozan la ilegalidad como es el dumping fiscal que Madrid realiza frente a otras Comunidades, favoreciendo con bajadas de impuestos y eliminación de trabas administrativas, el traslado de empresas a esa Comunidad.
El Sr. Aracama en su afán de embellecer como sea la política de su admirada Díaz Ayuso, oculta intencionadamente la realidad. Por ejemplo, no dice que el Ejecutivo madrileño es el que menos dinero invierte por ciudadano en salud de todo el Estado (unos 1.300 euros por habitante frente a los 1.902 euros de Navarra)
Según su adorada Isabel, en la Comunidad de Madrid no hay pobreza. Sin embargo, el último informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en la Comunidad de Madrid, presentado por Cáritas, el 22 por ciento de los madrileños se encuentran en exclusión social, 370.000 personas más que antes del Covid-19. En números absolutos eso significa que en esa Comunidad un millón y medio de personas se encuentran en la pobreza.
También se refleja en dicho informe que se ha producido un aumento de la desigualdad entre los más pobres, que han visto reducidas sus rentas un 22%, que contrasta con el crecimiento del 18 % de las rentas de las personas con mayores ingresos.
Los hogares más afectados por la exclusión son:
• Los sustentados por mujeres, la incidencia de la exclusión es del 23 % frente al 21 % en el caso de los hombres.
• Aquellos con dos o más miembros menores de edad. En los hogares con dos o más menores, la tasa de exclusión triplica la de los hogares sin menores, alcanzando a 4 de cada 10 familias numerosas.
• Aquellos en que la sustentadora principal es de nacionalidad extranjera. La prevalencia de la exclusión social es del 51 %, frente al 17 % de los hogares encabezados por personas de nacionalidad española.
• Los hogares monoparentales a cargo de mujeres. La incidencia de la exclusión social es del 33%, siendo especialmente intensa en mujeres menores de 45 años.
Resulta obsceno que la Comunidad, cuya presidenta afirma sentirse feliz por el pacto con VOX en Castilla y León, y que el Sr. Aracama nos presenta como modelo, cuente con una tasa de pobreza superior al 20 por ciento, mientras en Navarra esa tasa no llega al 13,5 por ciento.
Estamos hablando de una Comunidad que está arrasando con la sanidad pública y los servicios sociales. Donde la palabra “libertad” pierde cualquier connotación social y se identifica plenamente con la propiedad privada sin injerencia alguna por parte del Estado y con la libertad para hacer lo que yo quiera con mi dinero, con mi empresa, con mis viviendas…. y el que no lo tenga que se joda.
Si, Sr. Aracama, claro que hay que aprender de lo que hace la Sra. Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, pero para no hacerlo en ningún otro sitio, ni siquiera en Madrid