El Diablo de Navarra está suponiendo un artefacto intoxicador en Estella desde el mismo día en el que el cambio arrebató, también ahí, la alcaldía a la rama política del régimen. Los últimos días y en plena precampaña electoral se detecta una mayor actividad de ataque mediático por parte del tentáculo informativo del régimen. Actividad que se desarrolla haciendo bandera de temas que se quieren convertir en transcendentales pero que en verdad, poco o nada tienen de interés periodístico.
Esta última campaña intoxicadora la comenzó el Diablo de Navarra filtrando información y mintiendo sobre la dimisión del jefe de Policía Municipal de la localidad el pasado día 22 de marzo. Fue un titular tendencioso que lanzaba premisas que luego no se demostraban en el cuerpo de la noticia. Hablaban de desacuerdos con el equipo de gobierno sin llegar a ofrecer un solo dato, cuando lo que originó el hecho fue una baja laboral. A partir de entonces han sido unos días de periodismo de guerrilla para atacar a alcaldía una y otra vez y siempre poniendo en el centro la instrumentalización de Policía Municipal, a la que le dedicaron un encabezamiento en su edición del 24 de marzo: “Situación en Policía Municipal” . Bajo ese encabezamiento, las páginas del Diablo nos hablaban de malestar del cuerpo, de situaciones inéditas y hasta hacían escarnio a partir de conflictos acaecidos entre agentes de Policía Municipal y colectivos de jóvenes de la ciudad que fueron resueltos con la mediación de responsables políticos. A la maniobra lanzada por el periódico le siguieron comunicados de asociaciones como AFAPNA las cuales también fueron destacadas por el aparato mediático. Filtraciones, titulares tendenciosos, portadas, recursos gráficos…el Diablo de Navarra ha puesto durante estos días toda su artillería para atacar a la alcaldía del municipio.
El último capítulo lo encontramos a partir de la edición del pasado viernes 30 de marzo . Ya desde la portada se venía apuntando el tratamiento informativo que ofrecía la edición de Tierra Estella a la actualidad en la comarca: “El alcalde de Estella (Bildu) libra de una multa a un edil de su partido”. Bildu hace tiempo que dejo de existir para convertirse en EH Bildu, eso para empezar. Y para seguir, el propio Leoz explica en el contenido que encontramos en el interior que se trata de un error administrativo el que ha llevado al archivo de la causa. Tal y como ha declarado, se trata de un caso donde la falta de “un correcto seguimiento al expediente abierto el 3 de febrero de 2018, por lo que se había quedado perdido en una situación que afectó también a otras denuncias de Policía Municipal que se archivaron igualmente por prescripción de las infracciones”. Pero da igual, el titular está lanzado en portada. El interior de la publicación responde a la misma estrategia; un titular a cuatro columnas que va en la misma dirección política que el de la portada y el cual es acompañado por sendas fotografías tanto de Leoz como de la persona afectada, junto a una reproducción integra de la resolución. Este tratamiento da cuenta de lo que se pretende trasladar: que fue una maniobra prevaricadora la que llevo al archivo de la causa y no un error administrativo que no es excepcional tal y como se ha declarado. En la edición del sábado el Diablo daba cuenta de que los partidos del régimen, UPN y PSN, se sumaban a su estrategia, esta vez dedicando una página entera a las maniobras políticas que estas formaciones han puesto en marcha para rentabilizar el artefacto mediático.
Se trata el de este fin de semana, el último capítulo que hemos conocido pero sospechamos que no el de punto y final. La intoxicación y manipulación mediática basado en filtraciones y tratamientos tendenciosos para desgastar a los agentes del cambio seguirán apareciendo. El régimen, en perfecta sinergia, tiene su maquinaría en marcha. Por decencia democrática y en aras de la verdad, debemos de estar alerta y denunciar las maniobras que desde los poderes mediáticos se van a poner en marcha en plena batalla electoral. Y sobretodo, trabajar por neutralizar su incidencia social.