El 18 de mayo, la Plataforma de Mujeres contra la Violencia Sexista abandonó la mesa del grupo permanente para el abordaje de la violencia contra las mujeres. La plataforma quiso denunciar así que el Ayuntamiento de Pamplona había propuesto cambios que vaciaban de contenido la campaña de sensibilización contra las agresiones sexistas en sanfermines. La plataforma también denunció que Maya había propuesto un cambio en el protocolo de respuesta ciudadana e institucional ante las agresiones sexistas por el que «es UPN quien decide cómo se responde ante una agresión». Los lectores de DIARIO DE NAVARRA no pudieron leer esta noticia en su diario de referencia ya que no la publicó ni en su edición impresa ni en la digital.
Merece la pena recordar que este protocolo fue acordado, consensuado y ratificado por todos los partidos políticos a través del Consejo Municipal de la Mujer durante la alcaldía de Joseba Asiron. También que la campaña de prevención contra las agresiones sexistas y el marco de actuación que recoge este y otros protocolos convirtieron a Iruñea en un referente en la materia en todo el Estado.
Finalmente, el jueves pasado Maya reculó e hizo pública su decisión de no hacer cambios el protocolo de respuesta ciudadana e institucional ante las agresiones sexistas. DIARIO DE NAVARRA tampoco informó a sus lectores de esto. Todavía está por ver qué decide en torno a la campaña.
A nadie se le escapa que el alcalde Maya, su coalición, Navarra Suma, y DIARIO DE NAVARRA no son feministas, no se identifican con el feminismo y no se sienten cómodos en el marco social, cultural y político-institucional que la pujanza del movimiento feminista y las movilizaciones de los últimos años han creado. De hecho, no es la primera vez que el actual alcalde choca con la Plataforma de Mujeres contra la Violencia Sexista.
El hecho de que el diario de Cordovilla no haya informado de la denuncia de la plataforma ni del paso atrás de Maya hace pensar que todo ha sido un globo sonda del alcalde para calibrar la reacción del movimiento feminista y ver si podía ir adaptando a su gusto un protocolo y una campaña que no comparte. La oportuna omisión de Diario de Navarra evita que muchos de los votantes de la derecha navarra se enteren de que el alcalde ha dado un paso atrás ante el movimiento feminista.
Navarra Suma desprecia al movimiento feminista y, a la vez, teme su capacidad de incidir en la sociedad. E intentará ganarle terreno en cuanto considere que las condiciones son favorables para ello.