El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas acaba de publicar los avances del denominado Sexto Informe del IPCC sobre el fenómeno ambiental. El periódico de Cordovilla recoge la información de agencias y también le dedica un Editorial titulado «Emergencia Climática», en el que además de incidir en la gravedad de la situación ambiental que anuncia la ONU, nos da recetas propias para superar las consecuencias devastadoras que ya han comenzado. Recetas como «incidir en los objetivos de la recuperación económica para seguir con la descarbonización y abandono de los combustibles fósiles, transformación de los modelos de producción extractiva, del sistema alimentario y los hábitos de consumo«.
Precisamente es la economía productivista desarrollada en los últimos 200 años, la que nos ha llevado a la preocupante situación expuesta por el Panel de expertos. Incidir en lo mismo es seguir por la misma senda hasta ahora recorrida que nos lleva a la Sexta Extinción. Toda la línea editorial del periódico a lo largo de su historia, ha promovido el «crecimiento y desarrollo ininterrumpido de la economía» y lo mantiene en la coyuntura actual.
Eso de “seguir con la descarbonización y abandono de los combustibles fósiles» está muy bien, pero, ojo… ¡que no afecte a la producción de la Planta de la Volkswagen en Landaben!
Sobre la «transformación de los modelos de producción extractiva», en el mismo ejemplar del periódico aparece una información en torno a la financiación de la Mina Muga con capital australiano y en anteriores publicaciones nos dieron abundante información de las bondades de ese proyecto. No así de los enormes impactos ambientales que acarreará su explotación, ni las emisiones de gases de efecto invernadero que producirá la extracción y transporte de 102.000 camiones anuales hasta el puerto de Pasaia. El proyecto de la Mina Muga, ocupará 1.700 hectáreas de galerías, con una profundidad de hasta 600 metros. Su situación cercana al embalse de Yesa, aumentará el riesgo por los movimientos sísmicos y muy posibles desplazamientos de sus laderas, lo que supone una amenaza más para el embalse y las localidades cercanas.
Diario de Navarra ha sido y sigue siendo el portavoz de la Cofradía del Hormigón, el Cemento y el Ladrillo (la patronal de la Construcción) que, durante décadas, además de gobernar Navarra, ha llenado nuestra Comunidad de obras de todo tipo, unas necesarias y otras no. Para ello, han hipotecado a la ciudadanía con peajes a la sombra, y en la sombra. Sobre todo, no hay que olvidar que, cada vez que construyen algo, se ocupa suelo natural no urbanizado, eliminando así vegetación, arbolado y todas las especies animales que en esos espacios habitaban. Preguntémonos… ¿Cuantos árboles se talarán -solamente con el trazado del TAV? Ni se cuentan.
Recordemos la posición «ecologista» mantenida por Diario de Navarra en relación a los proyectos de Aroztegia en Lekaroz, o sobre la mina de MAGNA en el paraje de Erdiz en Baztan, el trayecto del TAV, el Canal de Navarra, las Autopistas, el Circuito de Los Arcos, la Línea de Alta Tensión… y un largo etc. Es decir: de defensores del Medio Ambiente, nada de nada.
¿Será la tecnología al servicio del sistema capitalista la que enderece el Cambio Climático con todas sus consecuencias, como quiere convencernos Diario de Navarra? La anunciada llegada de los Fondos Next Generation UE para el Mecanismo de Recuperación y Resilencia, nos produce más dudas que esperanzas y, sobre todo, mucha frustración colectiva. Tenemos claro que estos fondos no van a promover una transición justa ni sostenible. Al contrario, lo que sabemos es que, una vez más, las grandes empresas y los fondos especulativos se llevarán la mayor parte, también en Navarra.
La gran avalancha descontrolada en nuestra Comunidad de megaproyectos de energías renovables, campos fotovoltaicos y parques eólicos, seleccionados por sus promotores con criterios productivistas, ponen en riesgo la transición energética justa, sostenible y ecológica que necesitamos, y es por esto que encuentra importantes rechazos en ciertas zonas de la zona media y la ribera navarras. A ver cuándo se les ocurre sacar un Editorial sobre este tema.
La panacea del hidrógeno se ha convertido en la solución para la tecnocracia y también para Diario de Navarra. No obstante, resulta muy problemático e incierto confiar en que esta tecnología se generalice, aunque se empeñen en ‘vendernos’ como sostenible algo que no lo es.
Invitamos a Diario de Navarra a que se pronuncie en contra de deforestación de los bosques, la actividad industrial contaminante, el transporte con sus emisiones, la producción agrícola industrializada con fertilizantes y nitrógeno, la ganadería intensiva y sus vertidos, los derechos de esas víctimas más directas del Cambio Climático como los migrantes y la ciudadanía de menos recursos, etc.
Sabemos que no lo hará, porque sería ir contra sus principios y la misma razón de su existencia.