Leemos y nos embarga en primer lugar el asombro seguido de un sentimiento de indignación, la noticia que aparece en la página 25 del ejemplar del Diario de Navarra del día 30 de junio.
El titular es el siguiente: “Los alumnos del IES de Sarriguren comenzarán curso en los colegios”.
Al margen de que, como estilo periodístico, sigue empeñado en utilizar un leguaje discriminador y sexista, ya que podría haber usado las palabras “Los alumnos y alumnas” o “El alumnado”. Expresiones más integrales que el masculino en exclusiva, empeñado en mantener que de esa forma se engloba a todas las personas, cuando no es cierto, por ello existen las diferentes acepciones: alumnos y alumnas, que no excluyen a nadie.
Pasando al desarrollo de la noticia, se dice: “Desde el departamento de Educación se ha puesto en marcha la maquinaria para ordenar temporalmente a los alumnos y que puedan repartirse en aulas de los dos colegios públicos de la localidad”.
Como se conoce el origen de todo esto es la paralización de las obras de nuevo edificio de Instituto por entrada en concurso de acreedores de la empresa constructora.
Pues bien, la noticia del Diario de Navarra es totalmente falsa, y ha creado malestar e inquietud entre las familias con alumnos y alumnas en el Instituto.
Esta falsedad se desprende al contrastarla con las medidas que el departamento de Educación ha anunciado que va a poner en marcha para garantizar la enseñanza con plenas garantías del alumnado en el curso que viene, y ante la demora que se producirá para finalizar las obras, al tener que volver a licitar la parte de obra inacabada.
Y estas medidas, puestas de manifiesto por el departamento de Educación son:
a) Todo el alumnado seguirá en el centro actual, sin necesidad de trasladarse a los colegios públicos.
b) Para ello se generarán nuevos espacios y aulas necesarias, reduciendo y concentrando los espacios del profesorado y habilitando unos módulos prefabricados para uso del profesorado.
c) El departamento realizará pequeñas obras de adaptación y proveerá de material necesario (ordenadores, pantallas, financiación…) así como ampliación de horas del profesorado para hacer frente a esta situación sobrevenida.
Como se puede comprobar, las medidas adoptadas por el departamento no tienen nada que ver con lo que refleja el Diario de Navarra, que ni por casualidad se acerca a la realidad.
Las razones por las que el periódico franquista falsea tanto la realidad tiene que ver con su ADN golpista y reaccionario. Con su cruzada contra todo lo público.
Sus páginas son las actas matrimoniales entre los payasos del no-pensar y los payasos del no-saber.
Su ética es la del calcetín sudado que, al que ,tras unas semanas de continuo uso, se le da la vuelta, una y otra vez, para seguir marcando los pasos de una derecha que desde 1936 vive aferrada al poder, conseguido por el ejercicio de una violencia genocida contra quienes no comulgan con los principios del rancio nacional catolicismo, y que, a pesar del nauseabundo olor que desprende, sigue, día tras día, presente en nuestras vidas.