Diario (Monárquico) de Navarra ante la corrupción de los Borbón

A la vez que la crisis del Covid-19 copase la actualidad mediática saltaba a la luz el enésimo caso de corrupción perpetrado al calor de la monarquía borbónica española. No faltan aquí elementos para la honorable función periodística de controlar el poder pero Diario de Navarra ha vuelto a obrar de parte, como no, monárquica. Una vez más, se ha dedicado a salvar los muebles al estandarte del Régimen al que sirve.

El último capítulo de las tramas corruptas que asolan la monarquía española saltó a la luz a principios de este mes después de que el diario suizo Tribune de Gèneve publicara que la fiscalía de ese país había comenzado a investigar movimientos financieros fraudulentos cometidos por el rey emérito Juan Carlos I de Borbón a través de una cuenta bancaria del Banco Mirabaud, con sede en el paraíso fiscal de Bahamas.

Saltó la liebre y afloraron de nuevo las piezas del, a saber, último robo borbónico. Primero, allá por 2008, el Gobierno de Arabia Saudí habría transferido 100 millones de euros del rey saudí a dicha cuenta. El titular de la misma sería la sociedad instrumental panameña Lucum Foundation, de la cual constaría como beneficiario el entonces jefe del Estado español. Este movimiento tendría que ver con la adjudicación de la construcción del AVE en La Meca saudí a una UTE del estado. Macroproyectos y trapicheos entre élites.

A su vez el rey emérito habría donado en 2012 parte de ese dinero, unos 65 millones de euros, a la que fuera su amante, la aristócrata y empresaria germano-danesa Carinna Larsen. Tras hacerse pública esta información, el propio abogado de la empresaria reconoció a través de un comunicado esta donación, un “regalo”, según sus palabras, para ella y su hijo por el “cariño” que les tenía Juan Carlos. Recientemente el artículo “Borbones, bolsillos y braguetas” del historiador Jose Mari Esparza daba cuenta, a raíz de este escándalo, del lastre que históricamente nos ha supuesto estar bajo la lujuriosa bota borbónica.

No queda ahí la cosa, recientemente la cabecera británica The Thelegraph desveló que el actual jefe del Estado, Felipe de Borbón también cuenta como beneficiario de esa descomunal cantidad de dinero robado a tod@s. Han tenido que ser medios de comunicación externos los que hayan desarrollado una labor de investigación periodística en este desaguisado monarcal.

Diario de Navarra, seguidilla del Régimen

En medio de la escandalera Diario de Navarra ha jugado una y otra vez a salvaguardar la imagen de la monarquía española.

Si bien la primera cobertura dada por el medio al caso, información relativa a Carina y publicada el 5 de marzo, la situaban en páginas iniciales, llama la atención el trasfondo que trasmitieron. Se dedicaron a comunicar la respuesta del abogado de la empresaria abusando de entrecomillado. En el despiece relativo a los 100 millones del Rey saudita tiraron de fórmulas que restan de rigor a la información. Relativizando a base de “según la Tribuna de Ginebra” ,“siempre según este medio”, no podían evitar la noticia pero se afanaron en que la lectora la dirigiese entre dudas creadas.

Damos un salto en el tiempo. La casa real, fruto del descontento social y iniciativas políticas para investigar la trama, saca un comunicado. Ahora la información desaparece de las primeras páginas para situarla en una de las últimas secciones, pura ingeniería de edición. Abrieron la sección D2, dedicada a temas de cultura al titular de “El Rey marca distancias con su padre al renunciar a su herencia.”

Colocan la información en páginas traseras y sus plumas retratan una “honesta, íntegra y trasparente” institución en encabezado. 2 páginas de las que la primera titula así en su inicio y termina con “El comunicado de la Casa del Rey” ocupando mediá página y que continua en la siguiente.

En despiece, declaraciones de las fuerzas del Régimen: Casado, Abascal y comunicado de Ciudadanos. Para disimular un pequeño espacio y a la cola para Rufian.

Seguimos, 17 de marzo. Otra vez de D2, ahora el titular fue “El futuro judicial de Juan Carlos I pasa por su inviolabilidad legal” . Le sigue, también como titular, “la ofensiva de Corinna Larsen en los tribunales rodea al Rey Emérito”. Casi nada. En Cordovilla se amarran a la sacrosanta inviolabilidad y narran los hechos haciendo del ladrón víctima.

En la edición de ese mismo día también dedicaron dos páginas al tema. Si bien la primera se centraba en la figura del rey emérito guardaban otra para el actual. Otra vez lo honesto de la víctima. Con tintes literarios, hablan lo loable de Felipe de borbón para combatir el “otro virus, que se ha larvado durante décadas en el recinto palaciego”. Repaso de la biografía monárquica del susodicho, siempre peleando para salvaguardar su corona y hacer que el Régimen siga atado y bien atado.

Numerosas han sido las voces que sitúan el problema como lo que es. Un problema político.  En este último mes ha habido hasta tres iniciativas políticas para que se abran comisiones de investigación en torno a los borbón. Ese 17 de marzo dieron cuenta de ello, pero al dato para titularnos que “El gobierno respalda la decisión del Rey”.

Sólo en marzo tres han sido las peticiones para impulsar comisiones de investigación y actuar en clave política tumbadas en el congreso español por parte de los partidos del Régimen del 78. El último veto se dio esta pasada semana sobre una petición promovida por Esquerra Republicana (ERC), el PNV, EH Bildu, Junts, la CUP, el BNG y Compromís. En ella hablaban de que «el poder legislativo tiene la obligación de investigar estos hechos para depurar las responsabilidades políticas que se puedan derivar, así como para asumir las medidas que se consideren oportunas»  Lo mismo podríamos decir del papel a jugar por el periodismo pero Diario de Navarra, de seguidilla al Régimen, ha hecho lo propio sin publicar nada en sus páginas.

Este es el artefacto periodístico que cada día lanzan desde Cordovilla a cientos de casas y espacios públicos de Navarra, haciéndolo llegar a miles de Navarras. Como demócratas y republican@s no lo podemos ni debemos permitir.