“Están siendo meses de mucho dolor y sufrimiento. Nadie esperaba que la prueba para este tiempo fuese esta y fuese tan dura…”. De lo que se deduce es, que la crisis del Coronavirus ha obligado a la Iglesia a cerrar los templos, y también unos cepillos vacíos. Por esto, el arzobispo de Pamplona pide “tachar solo la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta para minimizar las perdidas del cepillo”.
El suplemento nos habla de quienes componen la Iglesia y aterriza en lo que esperábamos; la Campaña de la Renta. En el fondo no es más que una campaña de Marketing al estilo de cualquier multinacional, donde pide a los católicos colaborar con esa institución, especialmente a través de donativos y herencias… además de marcar la casilla de la Iglesia en la declaración de IRPF.
Para ablandar nuestras conciencias nos plantea temas como “Los laicos en la Iglesia, emigrantes, la España vaciada, la labor social…” Voluntariamente mezcla esa labor social con mujeres emigrantes, personas indigentes, rehabilitación y dependencia de drogas, cuidado de enfermos… con el trabajo que desarrolla Cáritas, a la que no aporta apenas cuantía económica, ya que su financiación le llega por aportaciones privadas; 85%. y públicas; 15%.
La ONG española Cáritas, está asociada en la conciencia colectiva muy fuertemente a la Iglesia. Compuesta por 5.000 empleados (posiblemente la mayor empresa de España), no tiene inconveniente en financiarse con donativos de Facebook, JP Morgan, Inditex, energéticas y la gran banca. Tampoco en hacer inversiones conforme a un manual “ético” que no excluye las Sicav. El movimiento Europa Laica decía recientemente “Preferimos una renta mínima que una cola en el comedor de Cáritas“, acusando a la jerarquía católica de vivir de la pobreza.
Lo más llamativo de lo que aparece en el suplemento, es que también cita el compromiso de la Iglesia con el Medio Ambiente. En el mismo no dice más que generalidades y buenos propósitos, cuando la Iglesia universal ha sido y es uno de los grandes depredadores ambientales. Recordemos su oposición a los preservativos y otras prácticas anticonceptivas en los pueblos empobrecidos. Esto ha causado un desarrollo poblacional muy importante con afecciones sociales y al medio ambiente.
La última página ya va directamente al grano, que es de los que se trata… de aumentar las aportaciones de los ciudadanos a su economía. Como decía la Conferencia Episcopal “La Iglesia anima a donar porque “no vive del aire” y hay que “pagar el sueldo al cura”. Hace falta cinismo…
De lo que no habla el suplemento, es de los temas que están en el candelero, referentes a las ventajas que históricamente disfruta la Iglesia Católica, por su participación en el levantamiento insurreccional contra la 2º Republica legalmente constituida. Estos son las millonarias rentas conseguidas desde 1946 con las inmatriculaciones de bienes de dominio público, como son los templos, cementerios y otras fincas de usos no religioso. Tampoco dice nada del tema del IBI de los inmuebles que gestiona (hoteles, ‘parkings’, tiendas y pisos arrendados), que no son de uso religioso sino comercial. De no pagar la contribución urbana en centros educativos con fines lucrativos, las entradas a sus templos -también exentas-, las inversiones en grandes empresas el patrimonio arrendado a terceros, etc.
No hemos visto la distribución del citado suplemento en otros medios, además de Diario de Navarra y no parece extraño, dada la alianza colaborativa durante de más de un siglo, que han desarrollado ese medio y la Iglesia Católica apoyándose mutuamente. Su colaboración sistemática en la defensa de los intereses de la burguesía local, de los ricos y poderosos y también con el fascismo. La Guerra Civil española no hubiera sido posible sin la participación directa de ambos. También ideológicamente han ido y van de la mano, defendiendo posturas y actitudes reaccionarias impropias de este siglo, de la que salen ambos beneficiados.
Cada década, la sociedad avanza un poco en deslegitimar a los medios e ideologías propias del pasado, pero todavía nos queda bastante por recorrer.