Diario de Navarra y el Medio Ambiente

En un contexto de emergencia climática Diario de Navarra esconde el problema y no tiene una línea editorial clara al respecto. Tumulto de secciones y discurso desarrollista

Cada semana nos llegan más y peores noticas, muy perturbadoras por cierto, sobre la salud del Planeta Tierra y la sostenibilidad en general. Esto lo corrobora lo que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado en su última encuesta de actualidad política. El estudio recoge que el 89,1% de los españoles cree en la Emergencia Climática y al 91,1% le preocupa mucho o bastante esta cuestión.

La pregunta del millón es… ¿Por qué Diario de Navarra, tanto en el medio en papel, como en su página web, no incluye una sección exclusiva dedicada al problema más importante que tiene la humanidad y por tanto sus lectores, como son el Medio Ambiente, Cambio Climático, Sostenibilidad…?

Esto no significa que el medio de Cordovilla no hable de cuando en vez de esos temas, pero si uno busca en su página web la palabra Medio Ambiente, se encontrará con que meten en el mismo saco: Alimentación, Meteorología, Cambio Climático, Vino, La Cofradía del Relleno de Navarra, Aizkolaris, Curiosidades, Etología, Motor, Foro Aguilares, Fauna, Agricultura, Televisión…

Según el último y alarmante informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático elaborado por expertos reunidos por la ONU, tenemos 10 años para intentar enderezar lo que nos viene encima. De no hacerlo, la vida en la Tierra no volverá a ser como la conocemos hasta ahora.

Los medios de comunicación tienen mucho de que informar para que los gobiernos y la sociedad en general se pongan manos a la obra respecto al Medio Ambiente, pero como eso no da generalmente anunciantes, que es de donde se financian principalmente, prefieren llenar sus contenidos con otros temas que no ayudan a concienciarnos del problema.

Naturalmente Diario de Navarra es el primero en pasar de puntillas sobre la “emergencia planetaria”, porque de otra forma, el sacrosanto crecimiento y desarrollo se resentiría. Osea… ¡Que siga la fiesta!